Carta de Máximo Gómez dirigida a su hija Ignacia Gómez Castillo fechada en Bahía de Samaná, República Dominicana, en la que le comenta su encuentro con unos amigos y sus esfuerzos por hacerle llegar un retrato. Asimismo, le encomienda a su hija entregar unas tarjetas suyas a la señora del bautismo y le comenta cómo el gobierno dominicano lo puso en la cárcel y después lo hizo esclavo como un hombre maldito.